Éxitos...grandes y pequeños
Los éxitos grandes empiezan con los éxitos pequeños. Cuando recién descubrimos que nuestra criatura tiene una pérdida auditiva, también descubrimos que tenemos mucho por aprender y hacer. Es muy fácil ver todas las cosas que faltan por hacer y olvidarnos de celebrar los logros pequeños que se llevan a cabo cada día en las vidas de nuestros hijos y de nosotros mismos. Al llegar al día en que su pequeño finalmente deja de jalarse el aparato auditivo del oído es un éxito. El escuchar la primera palabra o el ver esa primera señal de bebé de su pequeño es un éxito. Es común sentir que usted no está haciendo lo suficiente para ayudar a su criatura, y es bueno que se recuerde hasta donde ha llegado cuando usted está pasando por un tiempo difícil.
Es bastante normal el querer comparar a nuestros hijos con otros niños de la misma edad, sin importar que tengan una pérdida auditiva o no. Cada madre que alguna vez ha estado en un grupo de madres y bebés se ha encontrado tomando notas de los bebés que ya sonríen, cuáles son los que empiezan a caminar o cuáles están empezando a decir sus primeras palabras. Aun cuando nuestros hijos son muy pequeños, tenemos la tendencia de igualar el éxito con el ser "normal," o el ser el que va adelante del grupo cuando se trata de alcanzar hitos. Para una criatura con una pérdida auditiva, particularmente si es una pérdida profunda, estos hitos pueden llegar un poco después que para una criatura que pueda oír. El balance puede ser afectado, lo cual puede causar que una criatura pueda sentarse, gatear o caminar un poco después. El habla puede ser demorada, lo cual puede ser de mucha preocupación para un(a) padre/madre. El desarrollo de lenguaje puede ser más lento si la pérdida auditiva es identificada después. El éxito no se mide en qué tan rápido su criatura sonríe, camina, habla, señala o cualquiera sea la meta particular. El resultado final es lo que es importante, no lo rápido que llegan. Aprenda a apreciar y a disfrutar de los éxitos pequeños por el camino.
